¿Nativxs digitales?
¡Les debía un post sobre nativxs digitales! Así que aunque sea un poquito tarde, aquí van mis notas sobre la interesante discusión que tuvimos al respecto en uno de los primeros trayectos del LibreBus.
Para iniciar, repasamos que el concepto de “nativxs digitales” se refiere a las personas que nacieron digamos a partir de 1980 (es decir, menores de 30 años como promedio), y que por lo tanto han crecido en un mundo con un significativo desarrollo tecnológico, lo que marca sus formas de relación, de comunicación, de generar y compartir conocimiento... Alguien dijo que tal vez, como la tecnología avanza tan rápido, lxs jóvenes están aprendiendo a ver la vida como un acertijo constante, y por eso un/a nativx digital sería alguien para quien los avances tecnológicos son siempre un motivo de interés y no un factor de angustia por tener que adaptarse a un mundo que a veces va más rápido de lo que podemos llevarle el pulso.
Caricaturizando un poco, podemos pensar en un/a joven que aprendió a escribir con computadoras en vez de máquinas de escribir o papel y lápiz, que en vez de visitar a la familia manda un mensaje de texto o un correo electrónico, que tiene muchxs de sus mejores amigxs en redes sociales (y talvez a algunxs no los conoce personalmente), que toma fotografías y crea cortos de audio y video sobre lo que le interesa y los comparte en su blog.
Sin embargo, cuando tratamos de ir más allá de la caricatura, surgieron algunas ideas que cuestionan el concepto de personas nativas digitales:
- El concepto es un eufemismo para disimular la realidad. La principal brecha no es de edad sino social. Para nosotrxs es agradable tener un aparato nuevo en la mano, por esa cosa lúdica de aprender a usarlo, sin embargo eso no tiene que ver con cuántos años tenemos sino con las posibilidades que hemos tenido, de cómo nos hemos acercado a la tecnología y cómo aprendimos a relacionarnos con ella. Aunque pensamos que sí debe haber factores cognitivos que se van transformando, la relación con la tecnología no depende de un rango de edad.
- La brecha digital se está expandiendo, no se está cerrando. Y si nos enfocamos en conceptos como el de nativxs digitales sin cuestionarlos, permitimos que se amplíe también esa brecha social. La brecha digital incluye factores como género (el acercamiento a la tecnología es más difícil para muchas mujeres), situación socioeconómica, espacios urbanos o rurales, cultura familiar y local... ¿Podemos decir que una joven indígena no escolarizada, que nunca ha utilizado una computadora ni un teléfono celular es una nativa digital?
- ¿Cuánta gente joven tiene el conocimiento y la experiencia para accesar y utilizar la tecnología? Hay que relacionar esto con el tema de la educación, en Centroamérica tenemos una educación pública débil, a la que efectivamente le falta mucho y que genera una desigualdad con lxs jóvenes que se forman en la educación privada, hay escuelas sin tecnología y donde ni siquiera lxs docentes saben cómo utilizarla... No podemos decirle a un grupo etáreo que le corresponde transformar el mundo porque ahora hay herramientas que lo facilitan, si no lxs estamos preparando para eso.
- Iván, el más joven de lxs librenautas (y talvez el único que hubiera calzado como “nativo digital” por el rango de edad) nos decía: “Yo aunque soy joven no calzo porque yo no crecí con tecnología, me ha costado mucho tener acceso a la tecnología, me la he costeado yo porque mis papás no creen en eso. No sé si la gente que yo tengo como amigos en facebook de verdad hacen un cambio sólo por ser jóvenes, veo las cosas que escriben... A mí me gusta andar en botas de hule, sembrar maíz, meterme a la finca, tocar tambores, hacer fogatas... eso es lo mío. No creo en el parámetro de edades.”
- Es un concepto individualista. Hay colectivos de jóvenes que usan la tecnología y que están generando procesos importantes, pero tienen fuerza no porque usen la tecnología sino por la forma en que la usan, porque están articuladxs, porque conocen su realidad y quieren transformarla. El concepto de nativx digital nos hace pensar en una persona sola en su casa, viene a enmascarar el poder del tejido social trabajando con un objetivo común. La tecnología es una herramienta, los movimientos sociales le dan fuerza a las herramientas digitales cuando las conocen y las aprovechan. No es la tecnología la que está haciendo revoluciones, es la gente que usa esa tecnología con conocimiento y visión. También habría que evitar que el uso transformador de las tecnologías invisibilice que hay otras formas de articulación y generación de cambios, y que hay gente de todas las edades trabajando en ese sentido.
- Todas las etiquetas nos dan un poquito de pereza, ¿porqué necesitamos tanto categorizar a las personas? Ni siquiera la gente joven se asume como nativa digital, y no se puede forzar la creación de un grupo que no se identifica como tal por sí mismo, la juventud es enormemente diversa. De alguna forma este concepto es determinista y refleja también una visión adultocéntrica, que necesita etiquetar a “esxs otrxs diferentes, que hacen las cosas de una forma que no entendemos, que se pasan tanto tiempo con sus juguetes tecnológicos”.
- No es cierto que todo sea positivo con respecto a la tecnología. Hay un mar de información que a veces es difícil comprender. Muchas veces somos usuarixs de la tecnología pero no somos productorxs de información aprovechando esas herramientas. Dependemos de lo que aplicaciones como facebook o twitter “nos dejan” hacer, de sus términos de privacidad y de proveedores de servicios que no controlamos. No podemos apropiarnos de una tecnología si alguien más la controla, todavía hay mucho camino por andar.
También pensamos que podríamos ampliar el concepto, y pensar más bien en gente joven que es curiosa, estimulante, que esté aprovechando la tecnología para trabajar por causas políticas: en derechos humanos, ambiente, tecnología... Gente cansada de las estructuras políticas tradicionales y verticales, que quiere participar de otras formas, que quiere cambiar el mundo. Pero entonces, antes de poner una etiqueta, habría que construir ese concepto partiendo de la misma diversidad de la juventud. También habría que resistir a ese encargo de que “lxs jóvenes tienen que cambiar el mundo” sólo por el hecho de ser jóvenes. Como dijo Keyla, “no es cuestión de edades, es cuestión de oportunidades”.
Finalmente, habría que agregar que aunque cuestionamos el rango de edad como parámetro (especialmente porque invisibiliza otras características que diferencian a la gente joven), pensamos que es interesante explorar la idea de que las formas de vinculación e incluso las estructuras cognitivas pueden ir cambiando de acuerdo al acceso y formas de relación con la tecnología. Algo está pasando cuando hay bebés que saben que el botón que les ponés enfrente hace algo, genera alguna reacción, y cuando hay niñxs que están apenas aprendiendo a leer pero usan perfectamente las computadoras...
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Comentarios
Enlace permanente Enviado por positivbia en Jue, 11/10/2012 - 3:09pm
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